5 trucos que te ayudarán a mantener la calma para perder tu miedo escénico presentando tu TFG o TFM
No estás solo(a). Según Cheryl Hamilton, profesora en Comunicación del Tarrant County College y autora del libro “Communicating for results”, el 95% de la población sufre de ansiedad en mayor o menor grado cuando tiene que dirigirse a un grupo de personas.
Renny Yagosesky, experto en Psicología Aplicada, define el miedo escénico como una respuesta psicofísica del organismo, generalmente intensa, que surge como consecuencia de pensamientos anticipatorios catastróficos sobre la situación real o imaginaria de hablar en público.
De esta definición podemos extraer una conclusión clara: tenemos miedo porque visualizamos el fracaso, unas veces porque recordamos hechos anteriores y otras, simplemente, porque nos lo imaginamos.
En pocas semanas comenzarán las entregas de trabajos universitarios y sus respectivas defensas, lo que tiene muy nerviosos y agobiados a más de uno, así que aquí te dejamos unos sencillos consejos para que vayas organizándote y hagas la mejor presentación que has hecho hasta ahora de tu TFG o TFM.
Ponle pasión a tu TFG
Habla con pasión y enamora a tu público: una presentación extraordinaria comienza por la pasión por el tema que vas a tocar. Sabiendo que se trata del trabajo que te ha llevado tanto tiempo, ponle el énfasis que merece tu tesis o trabajo de fin de grado.
Algunos creen que la pasión por el tema es lo que te lleva a profundizar en el estudio del mismo, pero la verdad es al revés; en la medida que investigas un tema, sus fuentes, protagonistas, historias laterales, hechos curiosos, estadísticas e implicaciones, te gustará más y te verás más confiado(a).
Debes asegurarte de contar con suficiente información actualizada y contrastada como para que tu cerebro pueda estructurar una idea general del tema, condición crucial para poder proyectar un tema con seguridad en un discurso.
En resumidas cuentas, no es lo mismo tratar de exponer un tema que revisas “por encima” dos días antes a otro que te has tomado la molestia de investigar en profundidad.
Recuerda que la gente no está allí para verte fracasar, sino para aprender, disfrutar o compartir ideas e involucrarse en tu discurso. La energía positiva que desprendas al hablar te irá alimentando durante tu presentación. Es lo que va a tener al público enganchado durante cada minuto de la exposición del TFG.
Ejercita Tu Respiración Durante El Discurso
Para dominar el terror que sientes cuando te enfrentas a un público lleno de extraños, es importantísimo desarrollar tu respiración diafragmática.
Las técnicas de respiración son fundamentales para hablar en público y superar el miedo escénico, igual que para relajarse y concentrarse. Practica la respiración diafragmática antes de salir a exponer tu TFG o TFM, consciente de lo que haces. Oxigenarás tu cuerpo y te sentirás más tranquilo(a).
Usa La Tecnología A Tu Favor
No significa que lleves tu trabajo escrito en una presentación y que la leas, por supuesto que no. Se trata de que te apoyes en la tecnología para facilitar tu defensa, bien a través de diapositivas que te ayuden a estructurar la presentación, fotos que hagan más gráfico lo que dices o cualquier otra cosa que te faciliten las cosas y que ayude al público a captar mejor tu mensaje.
Pero hacer una presentación de tu trabajo de fin de grado no es tarea fácil ni algo que se pueda hacer 1 hora antes de la presentación. Como mínimo debe cumplir con las normas básicas de la funcionalidad estética:
Olvida el despliegue de figuritas, animaciones y colores que más que atraer la atención del público lo que hacen es desviarla.
Usa una gama de colores limitada: es un error común colocar muchas figuras de muchos colores, pensando que así la presentación se verá más “impactante”. En realidad, termina pareciendo un carnaval y dispersa la atención de tu público.
Coloca información puntual: recuerda que es un material de apoyo, y que sólo tú debes desarrollar el contenido al público. La gente no va a una presentación a leer, va a escuchar lo que has venido a contarles.
Practica, practica y vuelve a practicar el discurso de tu TFG
Lo de visualizarse está muy bien, pero no debes abandonarte a la suerte. Practica tantas veces como haga falta. Éste es el secreto a voces que todo el mundo sabe pero que a todos nos da pereza poner en práctica, sobre todo porque nos recuerda que algún día muy cercano vamos a tener que exponer.
La realidad ineludible es que mientras más practiques (ante un espejo, con familiares o amigos), mejor te irá. Céntrate en la gente que te anima, que te apoya y que confía en tus posibilidades.
Llena una habitación de juguetes o papeles pintados con caras y habla para ellos. Si te equivocas, ¡no pasa nada!
Tienes una excelente oportunidad para improvisar, una capacidad imprescindible para desenvolverte en público.
Y, por supuesto, grábate y analiza lo que haces en cada práctica del discurso de tu TFG o TFM. Esto es algo que a muchas personas les da pánico. No importa, tú grábate y mira los vídeos cuando sientas que lo has hecho bien. Puede que tengas que repetirlo muchas veces, pero no importa. Te ayudará a ganar confianza en ti mismo y a mejorar tu oratoria.
Mira sin mirar
Llega el momento de la verdad, y te toca el momento de la presentación. Pero pasa algo curioso; por la Ley de Murphy, te ha tocado exponer el trabajo de fin de grado después de cuatro o cinco compañeros y el público está algo cansado.
El lenguaje corporal de la audiencia puede que nos desmoralice, más si vemos a la gente con las caras apoyadas en las manos, jugando con bolígrafos, con la mirada extraviada o peor aún, jugueteando con sus teléfonos móviles. Quizás no seamos capaces de animarlos, pero tampoco debemos preocuparnos por esta actitud (que es perfectamente normal).
Para que esta situación no te afecte, trata de hacer el truco de “ubicar tres rostros en el público, uno a la izquierda, uno a la derecha y uno al centro y míralos alternadamente a lo largo del discurso” pero sin mirar directamente a ningún rostro en particular. Dirige la mirada al vacío entre dos personas; desconéctate de las expresiones faciales de tu audiencia.
También es muy útil y usado por grandes oradores mundiales, insertar silencios de uno o dos segundos después de datos relevantes o curiosos, esto te ayudará a captar de nuevo la atención de tu audiencia. Para los puntos más interesantes, baja un poco la voz, como si estuvieses diciendo un secreto, y luego recupera tu volumen normal. En los momentos más importantes, acércate a tu público dando un paso o dos hacia ellos; cuando no sea necesario agregar tensión, sepárate un poco.
Y para finalizar te recomendamos ver con detenimiento este vídeo que resume en un lenguaje sencillo y claro lo que hemos comentado antes:
“Cómo exponer en clase” – Tiempo entre Papeles:
¡Dale interés a tu exposición con estas técnicas! Que sea algo que tu público recuerde, principalmente por la manera como te has expresado.
Síntomas del miedo escénico
El miedo escénico, también conocido como pánico escénico, es una respuesta de ansiedad que puede manifestarse de varias maneras. Identificar estos síntomas es el primer paso para gestionarlos eficazmente:
A nivel físico
Sensación de ahogo o dificultad para respirar.
Temblores, taquicardia, sudoración.
Mareos, náuseas, diarrea, tensión muscular.
Boca seca, enrojecimiento facial o dolor de cabeza.
A nivel psicológico
Pensamientos negativos o catastróficos: miedo al fracaso, a la crítica o al ridículo.
Confusión, dificultad para concentrarse o recordar.
A nivel conductual
Hablar rápidamente o tartamudear.
Volumen de voz bajo.
Intenso deseo de evitar o huir de la situación.
Cómo combatir el miedo escénico
Superar el miedo escénico requiere práctica y un enfoque proactivo. Aquí tienes algunos consejos clave:
1. Ve el miedo como un aliado
En lugar de luchar contra los síntomas de ansiedad, acéptalos como una señal de que estás comprometido con tu actuación. Aprende a gestionar estas sensaciones y canalízalas en energía positiva.
2. Afronta la situación
Evitar o huir del miedo solo refuerza la sensación de incapacidad. Afronta tus temores paso a paso y aumenta tu exposición gradual a situaciones similares.
3. Usa técnicas de relajación
Practica la respiración diafragmática, la meditación o visualizaciones positivas para reducir la intensidad de los síntomas. Estas herramientas son más efectivas si las entrenas con antelación.
4. Recuerda éxitos previos
Conecta con situaciones pasadas en las que superaste retos similares. Esto fortalecerá tu confianza en ti mismo.
5. Acepta los errores
Todos somos humanos, y cometer errores es natural. En lugar de avergonzarte, usa el humor para afrontarlos y conectar con tu audiencia.
6. Practica y gana experiencia
La práctica constante mejora tus habilidades y reduce la inseguridad. Cuanto más preparado estés, menos espacio habrá para el miedo.
7. Busca ayuda profesional si es necesario
Si el miedo escénico afecta significativamente tu calidad de vida o desempeño, considera acudir a un psicólogo para trabajar en técnicas específicas de afrontamiento.
¡Mucha suerte!
Y si no sabes por dónde comenzar tu TFG, TFM o Tesis doctoral, recuerda que Gabinete de Estudios te brinda la posibilidad de guiarte paso a paso en la elaboración de tu proyecto académico y presentación para que entregues un Trabajo de fin de grado con la mejor calidad y a tiempo.
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